La zoofilia o bestialidad se refiere a cualquier actividad sexual con animales. Esta abominación se condena varias veces en la Biblia, acompañada de una maldición:
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« Todo el que peque con bestia, morirá » (Ex 22, 18);
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« El que se una con bestia, morirá sin remedio. Mataréis también la bestia. Si una mujer se acerca a una bestia para unirse a ella, matarás a la mujer y a las bestias. Morirán; caerá sobre ellos su sangre » (Lv 20, 15-16);
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« No te unirás con bestia haciéndote impuro por ella. La mujer no se pondrá ante una bestia para unirse con ella; es una infamia. No os hagáis impuros con ninguna de estas acciones, pues con ellas se han hecho impuras las naciones que yo voy a arrojar ante vosotros » (Lv 18, 23-24);
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« Maldito quien se acueste con cualquier bestia. – Y todo el pueblo dirá: Amén » (Dt 27, 21).
La zoofilia es un insulto al Creador, que creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, dándoles este mandato: « Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra » (Gn 1, 28). Dios había creado estos diferentes animales en parejas, para que también pudieran reproducirse. Se los había traído a Adán para que les diera un nombre, es decir, para que el hombre pudiera ver su diversidad y marcar su responsabilidad y autoridad sobre todas estas criaturas. Incluso entonces, « el hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas el hombre no encontró una ayuda adecuada » (Gn 2, 20), es decir, no encuentra su opuesto, su otra mitad. Por otro lado, cuando Dios hizo a la mujer de la costilla de Adán y se la trajo, Adán gritó: « Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada » (Gn 2, 23).
Para decirlo claramente, el hombre está hecho para la mujer, y la mujer para el hombre. « Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne [1] » (Gn 2, 24) La zoofilia es también un insulto a la especie humana, porque las personas que se entregan a ella se rebajan al nivel de los animales para hacerse una sola carne con ellos. « Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta » (Fl 4, 8).
Nota :
[1] La expresión una sola carne está vinculada a las relaciones sexuales. Leemos en san Pablo: « ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo! ¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne. Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él. ¡Huid de la fornicación! » (1 Co 6, 15-18). Véase también el artículo : Los dos serán una sola carne
Autor : Padre Kizito NIKIEMA, sacerdote de la archidiócesis de Uagadugú (Burkina Faso).
Traducción: Hermana Viviane COMPAORE.
- Este artículo está tomado de su libro: Mi cuerpo y el amor: La Buena Nueva sobre la sexualidad
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