Bailar es algo bueno en sí mismo. En la Biblia, encontramos varias invitaciones a bailar para el Señor: « En cambio, los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. Cantad a Dios, tocad a su nombre, alfombrad el camino del que avanza sobre las nubes; su nombre es el Señor: alegraos en su presencia » (Sal 68(67), 4-5).
Sin embargo, algunas danzas tienen una finalidad erótica más o menos pronunciada. No es posible catalogar aquí todos los bailes, pues son muchos y continuamente se crean otros nuevos. Entre los más censurables está el striptease, en el que la gente baila mientras se desnuda en ciertos bares de baile. También hay que señalar que algunos bailes lentos y danzas zouk no son castos. Con la ayuda del Espíritu Santo, las personas de buena voluntad sabrán reconocer lo que no es apropiado.
Autor : Padre Kizito NIKIEMA, sacerdote de la archidiócesis de Uagadugú (Burkina Faso).
Traducción: Hermana Viviane COMPAORE.
- Este artículo está tomado de su libro: Mi cuerpo y el amor: La Buena Nueva sobre la sexualidad
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