El adulterio se refiere a la infidelidad en el matrimonio. Ocurre cuando un hombre casado se va con una mujer que no es su esposa, o cuando una mujer casada se va con un hombre que no es su marido. Jesús incluso condena el adulterio por mero deseo: « Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio". Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón » (Mt 5, 27-28).

Este grave pecado se recuerda en todo el Nuevo Testamento [1] :

  • « Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer » (1 Co 7, 3-4);

  • « ¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios » (1 Co 6, 9-10).

Hoy en día, sin embargo, las amantes, las « segundas » y los amantes ya ni siquiera se esconden. El fenómeno ha crecido con la difusión de los teléfonos móviles, Internet y las redes sociales. La gente ya no tiene reparo en decir: « Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana, solacémonos los dos, entre caricias. Porque no está el marido en casa, está de viaje muy lejos » (Pr 7, 18-19), o « Las puertas del jardín están cerradas y nadie nos ve. Nosotros te deseamos; consiente, pues, y entrégate a nosotros » (Dn 13, 20).

Mediante el adulterio, el tiempo, la atención y el dinero que se deben al cónyuge y a los hijos se desvían hacia otra persona. La persona que comete adulterio peca ella misma, peca por ser cómplice del pecado de su pareja, y peca también por disgustar enormemente al marido o a la mujer traicionados y humillados, que pueden desesperarse, pecar a su vez o pedir el divorcio. El hogar siempre se desestabiliza cuando hay un hijo fuera del matrimonio, ya sea culpa del marido o de la mujer.

« El adulterio es una injusticia. El que lo comete falta a sus compromisos. Lesiona el signo de la Alianza que es el vínculo matrimonial. Quebranta el derecho del otro cónyuge y atenta contra la institución del matrimonio, violando el contrato que le da origen. Compromete el bien de la generación humana y de los hijos, que necesitan la unión estable de los padres » [2]. Pone en peligro también la salud de la familia exponiéndola al SIDA y a las demás Infecciones de Transmisión Sexual. « El que hace adulterar a una mujer es un mentecato; un suicida es el que lo hace » (Pr 6, 32)

« La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias » (Rm 13, 12-14).

 

Notas : 

[1] En el Antiguo Testamento, el adulterio designaba también el pecado de la idolatría, el hecho de ir detrás de falsos dioses (cf. Os 2, 7; Jr 5, 7 ; 13, 27).

[2] Catecismo de la Iglesia Católica, n°2381.


Autor : Padre Kizito NIKIEMA, sacerdote de la archidiócesis de Uagadugú (Burkina Faso).
Traducción: Hermana Viviane COMPAORE.


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