Hay besos y besos. El beso en la boca, donde las lenguas se tocan, se conoce coloquialmente como beso (bécot). Parece completamente ridículo hablar de besuqueo en un mundo donde la sexualidad es moneda corriente. Es más, este gesto es muy común en casi todas las películas y series convencionales. Y, sin embargo, es una expresión de ternura propia de las personas casadas.
Para convencernos de ello, podemos preguntarnos si no hay incomodidad al ver a nuestro padre o a nuestra madre besar así a otra persona, si no hay vergüenza al besarse delante de nuestros padres, si sólo hay indiferencia cuando pillamos a nuestro novio o novia, a nuestro marido o mujer besando a otra persona.... ¿Y qué pasa cuando el beso dura? ¿No inclina la voluntad a desear o realizar acciones cada vez menos castas, sobre todo si tienen lugar fuera de la vista? Porque es un hecho que los hombres se excitan más que las mujeres al besarse, y que una vez excitados, tienden a querer ir más allá inmediatamente. En cualquier caso, una vez excitados, ambos tendrán menos fuerza y voluntad para resistirse a la fornicación.
Las parejas de novios que realmente quieran vivir una vida de abstinencia tendrán dificultades para cumplir sus compromisos si no reservan esos besos para después de la boda.
Autor : Padre Kizito NIKIEMA, sacerdote de la archidiócesis de Uagadugú (Burkina Faso).
Traducción: Hermana Viviane COMPAORE.
- Este artículo está tomado de su libro: Mi cuerpo y el amor: La Buena Nueva sobre la sexualidad
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