La poligamia plantea un problema para el acceso a los sacramentos, porque en el matrimonio, el cristiano virtuoso es « marido de una sola mujer » (1 Tm 3, 2, 12; Tt 1, 6) y la cristiana ejemplar es « esposa de un solo marido » (1 Tm 5, 9; Jn 4, 17-18). Hay dos escenarios posibles.
En primer lugar, el cristiano que toma otra esposa, o la cristiana que se convierte en esposa adicional de otro hombre que ya está casado (incluso si el matrimonio en cuestión no es un matrimonio católico) se encuentra automáticamente en una situación irregular debido a su adulterio permanente y público. Esto va en contra de la monogamia. Como en el caso de los jóvenes que viven juntos, ya no pueden recibir la Sagrada Comunión, confesarse o recibir la unción de los enfermos hasta que hayan salido de esta situación obstinada de pecado grave y manifiesto. No pueden tampoco ser padrinos [1]. En caso de fallecimiento, no podrán beneficiar de la misa de exequias en los países donde se aplica la norma canónica [2].
« Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera. Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que le fue transmitido. Les ha sucedido lo de aquel proverbio tan cierto: "el perro vuelve a su vómito" y "la puerca lavada, a revolcarse en el cieno" » (2 P 2, 20-22). Los que, para limitar los reproches y tranquilizar su conciencia, se declaran de otra religión donde se celebra esta práctica innoble en nombre de Dios, aumentan la gravedad de su situación, porque están rechazando a Cristo y a su Iglesia por los placeres de la carne. ¿No dijo Jesús: « a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos » (Mt 10, 33) ?
El segundo caso es el de la conversión de los cónyuges de una familia polígama (el marido o una de sus esposas). Se trata de una situación completamente distinta. En el primer caso, el Evangelio es conocido, pero despreciado. En el segundo, el Evangelio, que no conocían, les ha encontrado en una situación de poligamia, y es su derecho querer seguir a Cristo.
« La conversión de los polígamos a la fe cristiana creó y sigue creando espinosos problemas pastorales, a menudo sin solución para su admisión al bautismo, así como para el bautismo de sus cónyuges e hijos » [3] porque la Iglesia, aunque comprensiva con la situación concreta de las personas, no tiene más remedio que aplicar fielmente el Evangelio.
La regla es la siguiente: el catecúmeno polígamo que se convierte y pide ser bautizado debe elegir permanecer con una sola mujer (preferiblemente su primera esposa, en su defecto cualquiera de las otras esposas), y despedir a las demás, ya que la monogamia es de rigor para todos los discípulos casados de Cristo, y es una condición sine qua non para la recepción del bautismo [4].
Sin embargo, hay casos de polígamos que solicitan el bautismo, para quienes es difícil abandonar a su segunda o tercera esposa, con la que tienen hijos, y que desean bautizarse y participar en la vida de la Iglesia. Al final de su catequesis, hacen una « promesa de vida cristiana » y reciben una bendición especial, pero no el sacramento del bautismo. Pueden participar activamente en las actividades de la Iglesia. Por supuesto, se les administrará el bautismo cuando estén a las puertas de la muerte, o tras el fallecimiento de una esposa (o esposo para las mujeres) [5], y según las circunstancias que prudentemente determine el obispo.
En el trabajo pastoral, se debe prestar especial atención « a quien, proviniendo de culturas en que se practica la poligamia, se encuentra con el anuncio del Evangelio. A quienes se hallan en dicha situación, y se abren a la fe cristiana, se les debe ayudar a integrar su proyecto humano en la novedad radical de Cristo. En el proceso del catecumenado, Cristo los asiste en su condición específica y los llama a la plena verdad del amor a través de las renuncias necesarias, con vistas a la comunión eclesial perfecta. La Iglesia los acompaña con una pastoral llena de comprensión y también de firmeza, sobre todo enseñándoles la luz de los misterios cristianos que se refleja en la naturaleza y los afectos humanos » [6].
Notas :
[1] Cf. canon 874
[2] « Se ha de negar las exequias eclesiásticas, a no ser que antes de la muerte hubieran dado alguna señal de arrepentimiento: a los notoriamente apóstatas, herejes o cismáticos ; a los que pidieron la cremación de su cadáver por razones contrarias a la fe cristiana ; a los demás pecadores manifiestos, a quienes no pueden concederse las exequias eclesiásticas sin escándalo público de los fieles » (canon 1184 § 1).
[3] Cardinal Philippe OUEDRAOGO, Allocution au synode extraordinaire sur la famille, Rome, 5-19 octobre 2014.
[4] « Al recibir el bautismo en la Iglesia católica un no bautizado que tenga simultáneamente varias mujeres tampoco bautizadas, si le resulta duro permanecer con la primera de ellas, puede quedarse con una de las otras, apartando de sí las demás. Lo mismo vale para la mujer no bautizada que tenga simultáneamente varios maridos no bautizados » (canon 1148 § 1).
[5] Debe ser excluido el crimen de conjugacidio, porque, « quien, con el fin de contraer matrimonio con una determinada persona, causa la muerte del cónyuge de ésta o de su propio cónyuge, atenta inválidamente ese matrimonio. También atentan inválidamente el matrimonio entre sí quienes con una cooperación mutua, física o moral, causaron la muerte del cónyuge » (canon 1090).
[6] Benedicto XVI, Exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis sobre la eucaristía fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia, n° 28.
Autor : Padre Kizito NIKIEMA, sacerdote de la archidiócesis de Uagadugú (Burkina Faso).
Traducción: Hermana Viviane COMPAORE.
- Este artículo está tomado de su libro: Mi cuerpo y el amor: La Buena Nueva sobre la sexualidad
Haga clic aquí para realizar un pedido en Amazon - Haga clic aquí para ver - También es autor del libro : La foi catholique face aux doctrines protestantes
Haga clic aquí para realizar un pedido en Amazon - Haga clic aquí para ver
